Los cuentos que imaginó en su memoria, los conceptos de la realidad imaginada, de la amistad y del amor, se habían quedado en nada, en aproximaciones muchas veces, y en quimeras en otras.
Del dolor consigo mismo extrajo secuencias de unos días que supuso duraderos y que ya no sabia cuando empezaban y cuando acababan.
Le faltaban besos, caricias y abrazos, tantos como penas tenia en el corazón. Consiguió la soledad necesaria para tomar decisiones y encontrarse así mismo, en forma de reciclaje.
Después se concienció para ser fiel a esos pensamientos y emociones por encima de todo, a pesar de las adversidades, a que un rato de paz con lo que le complacía valían todo el esfuerzo que se pusiese por delante. Y con un mundo alrededor, se encontraba en ninguna parte... viviendo de la única manera que podía.
"La insoportable levedad del ser, hace que lo que te rodea sea tan abismal que incluso te marea ver lo leve que eres en este mundo." (by fran)
La valla solitaria |
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