La reina amable

No sabia llorar, incluso cuando lo hacía su cara mostraba alegría, desde joven nunca se permitía un dolor amargo, sonreía, cantaba, aprendía, tocaba instrumentos, criaba a su hijos, crecía ella misma, trabajo, família por encima de todo, sublime educación bien dispuesta, cariñosa, siempre se ha reido de ella misma.
De pronto y sin saber como, las vidas de las personas cambian en un abrir y cerrar de ojos sin más, manteniendo personalidad, acató las las normas que en forma de pruebas le suministraba el destino, con dosís diarias, ante todo nunca perdió la esperanza, de seguir adelante sin perder sus principios, en muchas ocasiones completamente sola, aunque rodeada por personas, olvidada de si misma....en su día a día.
La  reina amable no tiene un no por respuesta, te disfraza el problema como si de un cuento de hadas se tratase, no pierde el temple, el pudor hacía ella misma lo olvidó hace tiempo debajo de su cama y encima de sus sueños, esos que nunca abandona, por mucho que las enfermedades, los problemas, las pérdidas, el silencio.......todo vale en su final feliz.
Ella es arlequín de un solo lado, el lado amigable, el risueño, cuanto más dolor más sonrisas, como si cada noche, en su diario, tuviese que escribir una historia aceptable para cada página, las que va pasando sin pausa, sin prisas y con esmero.
Esa reina amable te quita tristeza con su palabra calma y sensata,
como una niña de cincuenta años, que hace posible que cada problema sea menos duro, más equitativo y con más soluciones de la que, en ocasiones, uno mismo no ve.
Reina amable: sigue entre nosotros, nunca pierdas eso que tantas veces te ha puesto a prueba, sigue llorando con tu cara de felicidad, sigue creciendo como cada día haces, los que te conocemos sabemos que  eres ..........irremplazable.

Para Astrid........................con cariño....(by fran)

en tus noches, sin disfraz....