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martes, 31 de enero de 2012

Buscando un cielo

Por mi silencio pagan dinero, por mis servicios que no doy
después de todo solo soy mercancía, carne para la carne
vivo interina en mí misma, sin mediar palabra, entre sombras
sin sonrisa, mis ojos son de felino enjaulado, desafiantes.
A veces pienso que vivo en un mundo que no me corresponde,
que no es real, mis vagos recuerdos así me lo dibujan,
de todas maneras solo tengo catorce años, o al menos eso creo,
el desconsuelo, mi abismo interior me hacen dudar en ocasiones,
solo recuerdo los ojos sinceros que una vez me miraron, 
los de mi madre, y como murieron el día que me arrebataban de su lado.
Ellos están vacíos, a pesar de sus lujurias, enfermos de miedo propio, me utilizan para satisfacer su pesares, desconfianzas y arrepentimientos, así como sus placeres y fantasías, dibujos en posturas y formas.
Ya no siento nada, solo les miro, les odio y compadezco en dosis
semejantes, otras miro al techo buscando un cielo, perder la mirada durante los minutos que dura el placer ajeno, nadie puede ya ayudarme pues me robaron la vida, y aunque un día vuelva a ese mundo, nunca seré como ellos, mi destino obligado y no elegido me ha llevado hasta esta habitación silenciosa, y aunque creo que no soy la única, solo deseo salvarme o simplemente.........volver a la vida.


Diario escrito de un día cualquiera, de un año que desconozco....
me llamo María y no recuerdo mi apellido.








4 comentarios:

Amalia Ramirez dijo...

Fran que desgarrante, que dolor tan inmenso y que bien tu lo has plasmado con tu pluma maravillosa.

Unknown dijo...

Si, es una de tantas tristes historias de un mundo cruel, en el que vivimos, gracias por tu comentario, me alegra de que te haya gustado

Anónimo dijo...

Que hermosa es tu poesia.

besos grandes.

|•• _| † | † |_••|

Unknown dijo...

Muchas gracias por tus palabras, se agradecen un saludo,

comentarios