Perenne

Cuando no puedes ver, los sentidos son tus ojos,
el pañuelo que cubría mientras me rozabas,
envuelto en una magia, en pequeños sobresaltos,
giraba la cabeza, buscando tus labios, tan cerca,
tan alejados. El susurro de tu respirar era guía 
en el misterio, a mi alrededor dabas pequeñas 
vueltas, acariciando con tus dedos sin tocarme,
tan frágil como importante, tan grande como tus
movimientos querían, y quisiste ser perenne para
la piel, hada de cada historia nocturna, duende 
de todas las noches en vela.
Se parecían tus manos a eso que todo lo toca,
que deja marca, y ese perfume de mujer misterio,
se quedó para siempre en aquella habitación,
y las almas proclaman la entereza de afrontar los días.
Cierra los ojos, respira la esencia que provocas
en cada instante que sellas, dejando un tímido 
guiño de destino, la imagen perfecta, el secreto,
el guión de cada historia sencilla, del paso de los años.
Y estas bocas ya no se cierran... desde aquel instante.



                                                                         (byfran)