Eres furia y tentación que yo aplaco con mis manos, de repente te vuelves cordero, pero a mí ya no me engañas demasiado tiempo conviviendo con el enemigo dentro.
Muchas llamas y poco fuego no me canso de apagarte, pues soy más grande y más poderoso aunque te cueste creerlo.
Ahora aquí sentados uno en cada hombro, junto a él siempre reflexionando, somos tres, somos dos, somos uno en todo caso. No lo agotes ni lo sacies ha de estar sereno, calmo, incesante y guerrero, son consejos de un amigo extraño, dos mundos opuestos y compartiendo cuerpo.
Cada día en guardia estoy vigilando tus actos tus malos consejos, tu vena sangrante y tus palabras en vano, cuanto más diablo seas más fuerte me hago.
Soy el guardián de lo que haces, el purificador de sus pecados.(by fran)
el abrazo del enemigo |
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