La balanza, esa que siempre se inclina donde no parece que sea justo que lo haga, donde pesa más lo que más duele que el bien que tenemos y en ocasiones recibimos, esa dichosa manera de interpretar la vida que nos toca vivir, donde nos olvidamos de dar un abrazo porque simplemente la rutina y nuestros problemas, únicos en el mundo para nosotros, no nos dejan vernos y obrar como nos dicta el corazón.
Enmarañados en peleas y disputas con uno mismo, con el que es correcto y que te pide tu cuerpo en cada ocasión, así van pasando los meses, los años y cuando te das cuenta te ves sentado ante ti mismo, sin muchas respuestas que quisieras o crees que debieras tener.
Hay días tan maravillosos que todos los cimientos se tambalean, no sabemos disfrutarlos, a veces ni siquiera somos conscientes de lo bello, y la simplicidad con la que algunas personas obramos, obran.
El día después es como de resaca no te crees que a ti te puedan pasar cosas buenas y simplemente seguimos en la pelea diaria, volviendo a escondernos, a ofuscarnos.
Esa es la lucha que deberíamos controlar y simplemente valorar lo que cada uno tenga, sienta y muestre.
Esa es la guerra que debiéramos luchar e intentar ganar, la de la balanza, la del sentimiento que sentimos y sienten los demás, las personas que rodean nuestro círculo imperfecto, cuando una persona ofrece lo que siente, tiene y muestra,bajo mi humilde opinión, es sincera, tiene un largo camino de lucha interior y
se muestra como se ha hecho, así que el valor de sus actos lo dignifican, siempre que sean......verdaderos y de corazón.
Lo demás es paja, son días, es banalidad cotidiana, son circunstancias que nos rodean y nos llevan a olvidarnos de cosas importantes, cosas que tenemos tan cerca que a veces se nos pasan, que se nos olvida ver.
Se nos olvida ser.....
( by fran)
Con uno mismo |
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