Reflexiones.

Compartir, saber que alguien respira el mismo aire que tú,
ese ser que te hace cambiarlo todo en un momento,
que sientes cuando está cerca y cuando está lejos,
que no necesitas palabras para entenderlo,
para saber como se siente, la añorancia de sus ojos
incrustados en el alma, el sabor de sus olores, el tacto
único, la complicidad desmesurada, rosas preciosas
con espinas, la simplicidad de una mirada.
Todos somos un ser único, y para respirar solo
necesitamos aire, seguimos luchando de cualquier forma
y manera, a veces ni nos damos cuenta de que es importante
y que no, en el camino de ser mejores, de seguir adelante
sin que nada importe, nos dejamos media vida, incluso más,
nos dejamos lo esencial, nos dejamos lo vital....
La soledad es necesaria, inevitable a veces, siempre ha de haber
una soledad momentánea para hablarse uno mismo, para poder
seguir amando, luchando, y sintiendo las verdaderas cosas
importantes que nos da la vida. En el camino encuentras siempre
la persona que te completa, solo hemos de saber apreciar y
compartir, respetar .....y amar. No sin antes equivocarnos.
Muchas vidas mueren, sin ni siquiera haber encontrado alguien
que te pueda aportar la mitad  de lo que menciono, a veces
cojemos trenes equivocados, otras simplemente no hay trenes,
y en muchas....el tren se va y lo pierdes.
Te quedas en el andén para siempre esperando uno igual,
uno que te lleve al mismo sitio.......tu tren.
Yo cogí el tren con destino a lo duradero y  puro, un viaje
largo, que nunca acaba, un viaje placentero hasta el final de
mis días. Yo he cogido mi tren y no me bajaré....porque el
viaje aunque largo es.....al cielo.

El raíl de la vida