Comparto...
Nunca llueve a gusto de todos, ni llueve sobre mojado,
dejé la luz a un lado y como libro abierto miré en
tu interior, sentí el calor, el frío más acentuado,
la risa contagiosa y cayó sobre mí la noche más
hermosa, y aunque ahora muriera, no podría
negar que no desfallecí en un beso.
Me asilé en las manos, melancólicas horas que
me mostraron el camino, las huellas, la tumba del
dolor que lleva hasta mi cuna, el viento sincero,
los días venideros y tempraneros, dichoso, hermoso
ante tus ojos, no es incierto lo que el alma esconde,
lo que la piel muestra y las bocas callan.
No llora el tiempo sino aflora, descuidando las horas
vestidas por la dulzura que te acuna sin quererlo, a
sabiendas que te descubrió el destino y te desnudó
un suspiro, dejándote envuelta en amor sin pretenderlo
con los ojos marchitos desnudas tus momentos con la
delicadeza de un interior único, desmesurado, fuente
de lo que escribo, altivo y soñador como en un cuento.
(by fran)
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| El alma en la piel |
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