Loose talk, the words are forgotten

En el rincón de los sentimientos, caben emociones de todo tipo
a través de las palabras creemos conocer el interior de las personas,
tanto de las que escriben, como de las que suponemos hablan las historias.
Nos parece perfecto hacernos una idea momentánea de ese contenido,
incluso ponernos en la piel, por unos instantes, de los hechos que acontecen.
En el rincón de los sentimientos, creemos que hacemos bien, que hacemos mal,
y leyendo nuestro interior, desenmascaramos emociones, tal vez, solo tal vez
aprendamos algo de nosotros mismos.
A veces los deseos de la vida, nos arrojan situaciones inverosímiles, en otras,
las cosas más insignificantes te hacen vulnerable, y las más aparentemente duras,
las afrontas con una fuerza desconocida en ti, algo que ni siquiera imaginarias.
Afrontar los dolores físicos o emocionales es tarea ardua, como humanos que somos
nuestra naturaleza de supervivencia nos empuja a superarlos, unas veces con final feliz
otras, simplemente sin final.
Pero todos, solitarios, acompañados, sonrientes o extraños, duros de exterior, fuertes
de corazón, olvidados, sentenciados, poderosos o desdichados, todos, sucumbimos
al necesario calor que te otorgan los actos venidos de corazón.
Llega un momento que todo lo que nos rodea es tan irreverente que creemos poder con todo,
donde nos obligamos a querer sentir y afrontar, quemar las naves y hablar del pasado
cuando nos interesa, y esperar que el futuro sea mejor. Olvidamos, a mi modo de entender,
el dichoso presente, ese que creemos es el que nos toca, o intentamos que nos duela lo menos
posible, y así llegar de algún modo, al futuro que se supone incierto, misterioso o al cual llamamos
destino.
Mientras tanto, parece que nos interesa o nos preocupa el estar bien interiormente, a costa de todo,
de todos, la grandeza de las frases que un día alguien escribió para que el mundo reflexionase,
las utilizamos dependiendo de la situación, el estado de ánimos, o la empresa que tengamos en mente,
en ese puntual momento.
Creo que la palabra, como tal debe de ser un resultado de unas vivencia, de unos sentimientos concretos,
pensados, si son plasmados son para siempre, así cuando pase el tiempo quedarán como reflejo
de lo que un día sentiste, y en mi interior, concretamente, seguiré sintiendo.
En el rincón de mis sentimientos escojo lo que digo, lo envuelvo en mis actos, y en ocasiones en mis besos,
mis caricias y mi fuerza.
Quiero preocuparme de como laten, como sienten, que dolor tienen, cual es su cura, que pueden aportar
mis manos, mis caricias, mis hechos, mi falta de algunas cosas...suplirlas con otras, ser digno de lo que
siento y pienso.
Si amanezco lloroso no estoy al borde del suicidio, quizás añore una voz, o varias..
Si grito, si mi rostro parece cansado, si no hablo lo que muchos hablan, si no ando por el mismo
camino, no soy un loco, ni enfermizo, quizás quiera una caricia, una llamada, una imagen...un te quiero.
Siempre he creído en la certeza que dan los ojos, cuando a pesar del infierno, se muestran,
nunca los tengo en cuenta, cuando vienen jocoso, instantáneos, vociferantes, simplemente los manejo
con cautela, pues es cuando los seres estamos al límite por cualquier situación, cuando verdaderamente
necesitan y hay que hacerles caso......entenderlos.
En el rincón de los sentimientos de cada individuo, somos libres de pensamientos, esclavos de nuestros
actos, y condenados por nuestras palabras....ellas son las que un día nos ponen en la cresta de la ola,
como el amigo o marido perfecto, la madre, el padre, el hermano...y ellas son las que resuenan en nuestra
cabeza cuando en la misteriosa soledad que necesitamos, unos más que otros,......golpean nuestra cabeza.
Creo la mitad de lo que veo, nada de lo que escucho, y solo aprendo de los ojos certeros que muestran su esencia acompañada siempre, siempre......de las manos que tienden su alma.

En el rincón de mis sentimientos, en el rincón de tus sentimientos, en el rincón de todos los sentimientos
......está la capacidad de saber estar cuando no tenemos nada, de saber ayudar cuando no tenemos nada,
de poder sentir...cuando no tengamos nada que sentir, nada que dar......todo por compartir.

Y ahora, y después, y siempre........by fran luque.